"Estoy emocionado, he vivido momentos muy bonitos en el campo y en el vestuarios. No es fácil a estas alturas de mi carrera vivir momentos así", comenzaba el centrocampista del Betis en zona mixta.
Asegura que este ha sido uno de los días más felices que ha vivido por el partido jugado, los goles, sus compañeros y familia, y el buen resultado para el equipo, al que ya le hacían falta las "tres victorias consecutivas".
Se considera muy afortunado por poder seguir compitiendo y entrenando todos los días porque, según explica, la plantilla del Betis sube de nivel cada año y es muy importante para él poder seguir jugando.
Confiesa qué ha sucedido al terminar el partido y bajar al vestuario. Dice que sus compañeros le estaban esperando y que al entrar se han puesto todos a vitorearle y aplaudirle, lo que le ha emocionado.
"Ha sido muy bonito porque ellos son los que me hacen sentir vivo. Les agradezco que cada día me soporten. Tenemos un vestuario encantador", comentaba.
Tampoco ha faltado tiempo para las bromas. Joaquín considera que el 'hat trick' de este domingo se merece algún tipo de premio, aunque no se aventura a decir si un Balón de Oro. "¿Medio kilo en la renovación?. Algo más porque eso ahora es calderilla", decía.
Al preguntarle cuál ha sido la clave para marcar estos tres goles en 20 minutos ha dicho "estuve chupando de la teta de mi madre hasta los seis años".
Para terminar, ha enseñado a los periodistas el balón del partido, que se lo ha llevado firmado por todos sus compañeros, y ha estado leyendo algunos de los mensajes que le han dedicado.
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