Frank nos relata cómo es su vida ahora que su mujer se encuentra encarcelada y cómo están llevando sus hijos toda esta historia. Reconoce que sus hijos han tenido que ver cosas muy feas desde que su madre está cumpliendo condena. Afirma que los niños no han podido besar a su madre desde hace un año y sólo pueden verla durante 20 minutos a la semana. Frank denuncia esta situación y nos dice que se le ha acusado de traficar con cinco miligramos de cocaína, y recalca que "es algo que no existió" y que "la droga nunca se ha visto".