Albert Arenas es una de las personas más felices del mundo este fin de semana. Asegura que "estoy aquí celebrándolo en Portugal y la verdad que estoy muy feliz".
Inició sus estudios de Ingeniería industrial, unos estudios que ha tenido que aparcar porque tenía que "elegir entre pilotar al 100% o estudiar la carrera", ya que "por mi sangre corre gasolina y necesito todo esto".
Tras ser campeón del mundo, Arenas recuerda con "mucho orgullo" que "a mis padres les costó muchísimo dinero". También, comenta que "mi primera moto me la regalaron con seis años".
La próxima temporada seguirá en Aspar, pero estará en Moto2, intentando "seguir aumentando su palmarés".