¿POR QUE PASÓ TODO?: "En Noviembre empecé a encontrarme raro. Estuve una semana raro. Mi cuerpo no reaccionaba y mi cabeza tampoco. En una liga como la NBA, muchos viajes y los vestuarios, sin ser malos, no son iguales como en Europa. Es todo más individualista, mientras que aquí por ejemplo en el Barcelona salimos a cenar todos juntos".
EL MOMENTO CLAVE: "Un día vi que no podía más. Era el día de Navidad y cuando entraba en el vestuario me bloquée. El entrenador me dijo que calentara y tirara un poco. Pero finalmente vi que no podía y ya hablé con mi agente y dedicí que me apartaran. Agradecí mucho al Oklahoma City Thunder que gestionaran internamente y en silencio".
SU RECUPERACIÓN: "Los dos primeros meses tenía decidido dejar el baloncesto. No era feliz jugando. Empecé a barajar opciones para estudiar y dar un giro a mi vida".
SU FICHAJE POR EL BARCELONA: "Un día, cuando ya tenía muchas ganas de volver a jugar, le dije a mi agente que me gustaba la opción del Barcelona y volvimos a ello".
¿EN QUÉ HA CAMBIADO EN UN AÑO?: El baloncesto es muy importante en mi vida pero hay que tener más cosas. Por eso, he buscado tener otras preocupaciones diferentes al baloncesto porque en caso contrario, cuando explota, explota todo".
LA NBA, ¿PUERTA CERRADA?: "La verdad que nunca se sabe las vueltas que puede dar la vida".