Durante la entrevista con José Ramón de la Morena, Cesc asegura que "en Mónaco en general hay poco movimiento, a veces ves a alguien corriendo o paseando al perro". De todos modos, dice que en su casa "somos siete personas, por lo que hay poco tiempo para aburrise".
Apenas ha podido salir a la calle. "Hubo un día que desde el club nos dejaron ir a coger cosas para montarnos un pequeño gimnasio en casa". Otro Cesc se animó a ir al supermercado. Sin embargo, dice que "no me gustó lo que vi: gente tocando las frutas y verduras sin guantes, sin mascarillas, sin respetar las distancias...aún nos queda mucho que hacer".
Sobre el reinicio de la temporada, Cesc Fábregas cree que "como mínimo vamos a estar seis semanas más en casa". Por eso, ve complicado que todos los campeonatos puedan acabarse, a no ser que se finalice en julio la competición".
Por otro lado, recuerda la anécdota en la que se apostó un Range Rover con Willy Caballero si le paraba un penalti. El argentino le detuvo el lanzamiento y ante esa situación, Cesc decidió ir a un desguace y comprar por 950 euros un vehículo que estaba muy roto.