Jordi comenta en El Transistor la importancia que su padre le dio a los estudios de su hijo. De hecho, llegó a "castigarle sin fútbol a los 15 años porque había sacado malas notas". Además, recuerda cómo fue ese momento en el que su padre decidió que su hijo tenía que aceptar la oferta del Manchester United y jugar en un lugar en el que él nunca pudo jugar, pero en el que le habría gustado mucho estar.
Pese a que han pasado varios meses de su fallecimiento, Jordi subraya que "cuando entras en casa, todavía notas que su energía está muy presente" y dice que "a lo mejor me arrepiento un poco de lo separados que hemos estado durante mucho tiempo por circunstancias futbolísticas". Además, se alegra de haber tenido la oportunidad de "haberme despedido de él y de decirle que le quería mucho, tres horas antes de que falleciera".
Entre sus frases, destaca dos: "Hay que morirse para que te quieran un montón" y "Estás considerado un loco hasta que un día te dicen que eres un genio".