En su intervención en Onda Cero, reconoce que "la situación es extraña porque aquí no hay tanta información. La gente se va a su casa pero en gran medida está haciendo vida normal pero es un gran riesgo".
La peculiaridad en México es que "los dueños son los que piden los contratos la mayor parte de las veces". Por eso, cuenta que "nos han pedido colaboración a los ejecutivos que tenemos más poder adquisitivo y la rebaja es del 75%, por ejemplo en mi caso, pero no ha sido así en mi staff".
Preguntado por su nombre como entrenador, en comparación con el caso de Guti, dice que "soy conocido como Míchel y la única que no me llama así es mi mujer, que llama la atención..."
De su equipo, el Pumas, comenta que "estamos bien, hemos dado una vuelta al equipo en la plantilla. Para ello, tuvimos que asumir el riesgo y sin embargo, estamos en puestos en play-off, después de haber sido líderes en dos ocasiones y, especialmente, me gusta cómo está jugando". Le acompañan Juan Carlos Mandía y Quique Sanz, que "vivían en el hotel de concentración y ahora se han trasladado a mi zona y vienen todos los días a casa a comer",