Durante con la entrevista con José Ramón de la Morena, cuenta cómo es día a día ahora que no dirige a ningún equipo. "La única diferencia es que no entreno, pero al final veo 25 partidos a la semana y prácticamente hago lo mismo de siempre todos los días". Además, subraya que en el verano tuvo cuatro ofertas para entrenar a equipos de la actual Primera División y dos de selecciones, pero finalmente "dos eligieron a otro entrenador y otro no lo cogí porque esperaba que la semana siguiente me ofrecieran una cosa mejor".
A la hora de analizar su carrera como entrenador, Míchel se identifica con Quique Setién, actual entrenador de Las Palmas que está firmando un gran inicio de temporada, ya que se siente más cómodo en los lugares en los que "puedo construir cosas". De ahí, que no le importe fichar por equipos que luchen por la permanencia. No obstante, sostiene que "la profesión del entrenador está muy sobrevalorada porque al final lo importante es tener a buenos futbolistas".
Del Olympique de Marsella, último equipo al que entrenó, comenta que "está viviendo una situación similar a la que se vive en el Valencia". En su opinión, el anterior presidente era el responsable de todo lo que sucedía y cuenta que de hecho "el otro día tuvimos el primer juicio y el abogado fue 40 minutos tarde".