Una de las noticias más destacadas del día de hoy de los Juegos Olímpicos de Tokio ha sido la protagonizada por Simone Biles. Su inesperada y sorprendente retirada en la final por equipos de gimnasia ha provocado un terremoto en el torneo olímpico.
Biles reconoció horas después que su abandono se debió a problemas psicológicos. "Cuando entro en la alfombra somos mi cabeza y yo. Trato con los demonios que hay en mi cabeza. Tengo que centrarme en mi salud mental", dijo.
Rafael Mateos, psicólogo deportivo, explicó que cada vez es más frecuente que los deportistas reconozcan que sufren estrés o ansiedad. “Los problemas relacionados con la ansiedad en el deporte han ocurrido siempre. Pero a raíz de que grandes figuras como Iniesta lo reconociesen, los deportistas hablan sobre estos temas, algo que es totalmente normal”.
El contexto es muy importante
En cuanto a las causas de lo sucedido con Biles, resaltó que el contexto tiene mucha importancia. "Es un contexto complicado por la incertidumbre de este año por si se disputaban los Juegos a causa de la pandemia. También hace unos años se destapó un escándalo de abusos sexuales en el equipo estadounidense que ella reconoció que le produjo ansiedad”.
Además, resaltó la valentía de la norteamericana de reconocerlo. "Es posible que si esto le hubiese pasado en otro momento, no se hubiese retirado y hubiese competido en peores condiciones”.
Por último, humanizó la figura de las grandes estrellas. “Los deportistas no son máquinas y están expuestos a situaciones para las que es difícil prepararse. Para mí lo más importante del deporte es que sirva para construir una sociedad mejor. El hecho de que una deportista de élite asuma sin ningún problema que tiene un problema psicológico ayuda a que se normalice el tema".