Santi Abad es la otra cara del deporte de élite. Nos habla en El Transistor de la depresión que sufrió por la imagen que se creó de él en el baloncesto profesional. Una depresión que le afectó en lo profesional y en lo personal.
Abad pasó por equipos como Barcelona, Real Madrid o Baskonia y llegó a ser internacional con la Selección española. Esto hizo que "me llamasen mercenario", comenta. Incluso reconoce que "llegó un momento en el que pensé en dejar el baloncesto casi cada año, se juntó lo que se decía de mí y que yo pensaba que nunca me ficharían más".
El exjugador de baloncesto habla de la depresión como "una enfermedad larga y costosa", pero deja claro que "se puede salir con una buena terapia. Aprendes a vivir con ella". Aunque reconoce que "hay momentos críticos en los que piensas que son incontrolables".
Sobre su carrera deportiva expresa que "no era normal que con la edad que llegué al baloncesto profesional tuviese un comportamiento de adulto". Cuando era una promesa de este deporte comenta que "con 18 años me hicieron ser la cruz del baloncesto nacional". Y añade que "se fue creando la leyenda de que Santi Abad era un tipo conflictivo por un enfrentamiento que tuve con un entrenador que fue injusto conmigo".
A pesar de ser conscientes de los problemas que tenía, Santi Abad reconoce que "no quise ir al psicólogo porque lo que dijesen". Cuenta que "era un uso para conseguir objetivos y yo seguir sufriendo. Incluso hubo periodistas que me avisaron para que no lo hiciese".
Sin embargo, Santi Abad reconoce y deja claro que "nunca pensé en suicidarme". Aunque cuenta una situación que vivió en Grecia: "tomé muchas pastillas porque tuve la sensación de querer dormir y descansar por mucho tiempo".
Por último habla de estos problemas que siguen sufriendo muchos deportistas de élite y que no se conocen. "Sé que hay mucha gente del deporte que lo ha pasado y lo está pasando igual de mal que yo, lo importante es ser valiente y contarlo para afrontarlo"