El cerebro humano supone entre el 2% y 3% del peso corporal. Un órgano relativamente pequeño que consume en torno al 20% del oxígeno que necesita el cuerpo y el 50% de la glucosa que ingerimos.
Como cuenta nuestro colaborador Pablo Barrecheguren, se trata, por tanto, del órgano que más energía consume de nuestro cuerpo. Este gasto es constante, lo que significa que "da igual lo que pienses", que el gasto no varía.
Según explica, es un órgano que despierta muchas incógnitas en los neurocientíficos, pues ha crecido a lo largo de los años. Concretamente, ha casi triplicado su tamaño y la gran incógnita es "cómo hemos llegado a esto".
Por último, Pablo Barrecheguren asegura que, si hiciéramos cuentas energéticas, en cuanto empezáramos a utilizar un porcentaje superior del cerebro "empezaríamos a tener muchos problemas".