¿Quién no ha fantaseado alguna vez con la idea de abandonar la ajetreada ciudad para trasladarse a vivir a la tranquilidad del campo? Después de la pandemia, no han sido pocos los urbanitas que se han sentido agobiados en las grandes metrópolis, y que han sentido la tentación de viajar a la España Vaciada. Sin embargo, cuando pensamos en la Arcadia del mundo rural, ¿somos conscientes realmente de lo que implica vivir en este tipo de entornos?
Hoy, la sección "Esa Gente", protagonizada por Héctor García Barnés, gira en torno a "esa gente que quiere vivir del campo pero no sabe lo que es el campo". A Susana Pedreira y a Barnés se une también María Sánchez, una veterinaria y escritora empadronada en una pequeña aldea, en el que hay más animales que personas.
Barnés, como periodista, ha escrito numerosos artículos acerca de la España Rural y de esta visión idealizada del ámbito rural, y le llama la atención sobre todo la percepción que los habitantes de las ciudades se crea de los pueblerinos: "desde la ciudad se crean ciertos estereotipos de lo tierno, de esto que se suele llamar del idilio rural, cuando es gente como nosotros", explica Barnés.
La centralidad de la ciudad
María Sánchez, por su lado, ha publicado varios libros con el mundo rural en el centro, como el poemario "Cuaderno de campo" y el ensayo "Tierra de mujeres" : la escritora, que se ha mudado a un pequeño concello gallego, explica que tradicionalmente ha sido la gente de los pueblos la que se ha visto obligada a trasladarse a ciudades como Barcelona para dedicarse a labores industriales.
"Vivimos en un sistema donde todo se hace desde la ciudad", afirma Sánchez, que también opina que se debería hablar más de la gente que quiere quedarse en su pueblo pero que se tiene que ir a la ciudad.
Sánchez considera que hay muchos jóvenes, además, interesados en dedicarse a la agricultura o a la ganadería, en sus pueblos natales: "Hay mucha gente joven que quiere iniciar un proyecto, pero que no tiene acceso a la tierra", lamenta la escritora, que denuncia la falta de oportunidades para los más jóvenes en estas poblaciones, y la dificultad para conseguir casa y tierra.
"Hay que salir de esas concepciones simples" ha declarado Sánchez, que considera muy importante debatir, preguntar y cuestionar la visión actual de los pueblos como Arcadias del pasado que, según la escritora, tiene un cierto toque "reaccionario".