Marta Rivadulla, en su trabajo, tiene una misión muy concreta: convertir cualquier boda, efectivamente, en el día más feliz de cada uno de los matrimonios que contraten los servicios de su empresa, el Sofá Amarillo. "Hay que poner una Marta Rivadulla en tu vida" ha afirmado Lorena Bembibre, una gran amiga de la invitada de hoy, que estudió Publicidad y Relaciones Públicas y que, tras una crisis existencial, decidió unirse a otra para crear una empresa consagrada a la organización de bodas.
Rivadulla afirma que, en realidad, el oficio tiene menos "glamour" de lo que se piensa, puesto que, a pesar de estar rodeado de un cierto halo de alegría y estética, el trabajo tiene detrás un gran trabajo de gestión y producción. "La gente se piensa que yo estoy siempre encendiendo velas y escogiendo flores, y en realidad estoy comparando presupuestos, haciendo hojas de Excel, convenciendo a gente y conociendo a proveedores nuevos" explica Rivadulla, que, sin embargo, afirma ser una apasionada de su trabajo.
Lo mejor y lo peor de organizar bodas
La wedding planner explica que su empresa tiene tanto servicio de decoración como uno integral, que es el más contratado. La empresa se encarga de todos los detalles: desde el alquiler del local hasta la planificación de la decoración, pasando por el trato y la preparación emocional con la novia y la familia: "Me gusta mucho esta parte personal, la parte del contacto con el cliente me encanta", explica Rivadulla, que sitúa la "empatía" en el centro de esta parte de la planificación, que requiere ser un poco "coach" con las personas implicadas en la boda.
Sobre las crisis que se pueden dar antes de una boda, Rivadulla habla de la preocupación que surge en torno a los recursos económicos, así como crisis personales que suelen venir de la intervención de las familias. "Vamos a poner una clásula madre" satiriza entre risas Rivadulla, que explica que muchas veces le toca mediar entre las novias y las madres de estas. "Al final, en el proceso de preparación de la boda hay gente que no lo sabe asumir" ha declarado la wedding planner, que ha vivido situaciones en las que uno de los prometidos se ha echado atrás.