El éxodo rural ha propiciado el abandono de unos cien mil olivos centenarios en Oliete, un pueblo aragonés de origen clásico cuyo nombre procede del vocablo latino "oliveto", literalmente, olivar. Sin embargo, estos árboles no son la única especie en peligro de extinción en el pueblo turolense, pues la baja densidad demográfica ha amenazado durante años la supervivencia del propio municipio.
El punto de inflexión se produjo cuando el ayuntamiento de Oliete anunció que, a falta de niños -sólo había dos-, la escuela iba a tener que cerrar el próximo curso. Entonces un grupo de vecinos decidió ponerse manos a la obra para evitar que la despoblación sentenciara la muerte de Oliete. Así pues, en el año 2014 crearon "Apadrina un Olivo", una iniciativa colectiva de emprendimiento social para frenar la despoblación. Alberto Alfonso Pordomingo, cofundador del proyecto, hace "un alto en el camino" para charlar con Susana Pedreira sobre iniciativa.
'Apadrina un olivo'
La idea se basaba en rescatar cien mil olivos centenarios abandonados a través de un proceso de "adopción". De este modo, el padrino o la madrina selecciona su árbol, le pone un nombre y aporta 50 euros anuales para rescatarlo. A cambio, los mecenas reciben dos litros de aceite de la almazara propia que el proyecto ha logrado construir.
Además, el proyecto lo sostienen personas en riesgo de exclusión social. "Es un proyecto de custodia del territorio para recuperar esos cien mil olivos centenarios abandonados, pero también es un proyecto social que emplea a personas con discapacidad", explicaba Alberto al respecto antes de concluir afirmando: “Se genera una experiencia muy bonita que culmina con esos dos litros de oro líquido que nosotros enviamos”.
Siete años des pues de que el proyecto emprendiera su marcha, Alberto confesaba que siente "gratitud, energía y esperanza para seguir adelante". Aunque desde 2014 ya se han recuperado unos quince mil olivos, Pordomingo reconocía que "todavía hay mucho por hacer porque el reto es recuperar los cien mil".
Beneficios del apadrinamiento
Asimismo, el cofundador de la iniciativa ha querido destacar que, desde diciembre de 2018, el Ministerios de Hacienda reconoce el apadrinamiento como Utilidad Pública, de modo que además de loar la labor medioambiental y social de los mecenas, apadrinar un olivo permite la desgravación de la donación en la declaración de la renta.
Finalmente, el aragonés invitaba a todos los oyentes a apadrinar un olivo a través de su página web. "Salvar olivos consolida la vida en el territorio", concluía.