Al parecer Skipper y Ping ya habían mostrado previamente sus instintos como cuidadores al tratar de incubar piedras e incluso peces, según un portavoz del zoológico. "Es la primera vez que tratamos que una pareja de pingüinos del mismo sexo incube un huevo” dijo el portavoz Norbert Zahmel.
Hasta ahora, parece haber funcionado y si todo va bien, serán padres a principios de septiembre.