Cuando nos enamoramos realmente, todos experimentamos un período de euforia y felicidad, y sentimos que vivimos en una película o, quizás, en una novela. Precisamente en el título de su novela hace referencia Jacobo Bergareche a estos "Días perfectos", a través de la historia de Luis, un periodista retirado que, en un momento de hastío vital y desengaño amoroso, se refugia en la correspondencia entre William Faulkner y Meta Carpenter para reflexionar sobre su matrimonio y su vida.
Bergareche he hecho un alto en el camino y hoy nos habla de este libro publicado por Libros del Asteroide, a la espera de la salida de su novela "Despedidas", que tendremos con nosotros en el mes de octubre.
En la narración tienen un gran peso las cartas que se intercambiaron Faulkner y su amanteMeta Carpenter a lo largo de los años, y para documentarse Bergareche ha leído estas y otras muchas misivas almacenadas en la Universidad de Texas: "Me he pasado muchos años buceando en este archivo", ha explicado Bergareche, que ha accedido a la correspondencia de figuras tan ilustres como Chesterton, Pío Baroja o Jorge Luis Borges".Leer la correspondencia es un delito. Pero si lo haces cuando ya está muerta la persona que lo escribe o el destinatario, eres un filólogo" bromea el autor sobre el hecho de leer cartas de autores famosos.
Inspiración en las cartas de escritores
"Yo quería hacer un libro sobre cartas de escritores", ha confesado Bergareche, que afirma que, realmente, la gran mayoría de estas no son demasiado interesantes, puesto que - bromea Bergareche- la mayoría de estas muestran a autores pidiendo dinero. Sin embargo, Bergareche halló, entre todas esas cartas, la correspondencia amorosa entre el maestro de la literatura sureña y su amante, que el escritor considera fascinante: "Son 30 años de una persona escribiendo a la misma mujer, y ves toda la evolución del amor. En cuanto lo vi, supe que ahí había una historia que contar.
El tono y el argumento de la novela, que toca temas como el final del amor y el desencanto, puede generar un cierto sentimiento de tristeza. "Depende de donde estés en el amor puede ser triste o alegre. A mí me ha llegado gente diciendo que se la ha leído y se ha divorciado después" confiesa el escritor, que también afirma que su obra ha despertado sentimientos de ternura y alegría en otras tantas parejas.
El autor compara los efectos de su obra con el alcohol: "Hay gente a la que puede sentarle muy bien y se muy feliz, y hay gente que puede tener el peor día de su vida. Tiene esa virtud y ese defecto", afirma Bergareche, acerca de una novela tan melancólica como bella, que trata un tema cotidiano y a la vez insólito: el amor.
"Las cartas son un gran ejercicio de manipulación emocional. Cuando escribes una carta, es una persona del pasado escribiendo a una persona del futuro" ha declarado Bergareche, que compara este método de comunicación más lento y tranquilo con la mensajería instantánea de aplicaciones de Whatsapp. En este segundo caso, no tenemos la capacidad estética de construir nuestro mensaje ni nuestra personalidad para cautivar a la otra persona, como lo consiguen las misivas que componen este libro, que ya supera los 20.000 ejemplares vendidos
