España se sitúa como líder mundial en cuanto a donación de órganos desde hace 29 años. Pese al descenso sufrido a nivel global debido a la pandemia de COVID19, en 2020 revalidó el liderazgo, aportando un 19% del total de donaciones de la Unión Europea y un 5% de las registradas a nivel global, pese a que apenas representa un 9% de la población europea y un 0,6% de la mundial.
Según datos publicados por la “Newsletter Trasplant” del Consejo de Europea, la actividad mundial de trasplantes disminuyó en un 18% con respecto a 2019. No obstante, esta situación no afectó a pacientes de todas las especialidades por igual. La cirugía cardíaca fue la que mejor resistió los problemas causados por la pandemia, con tan solo un 8% de descenso. Cabe destacar que el número de donantes fallecidos disminuyó en un 13%, mientras que el de los donantes vivos lo hizo en un 32%.
El Registro Mundial recoge que en 2020 se efectuaron 122.341 trasplantes en los 82 países que participan en la aportación de datos para el "Newsletter Transplant". Del total, 76.397 fueron de riñón (en un 30% de los casos procedente de donante vivo), 30.275 de hígado (de los cuales un 18% de donante vivo), 7.840 de corazón, 5.765 de pulmón, 1.910 de páncreas y 151 de intestino. En total se calcula que estos trasplantes fueron posibles gracias a 34.739 donantes fallecidos, a los que hay que sumar 28.635 donantes vivos (23.153 de riñón y 5.482 de hígado).
No obstante, y pese a las buenas cifras, en un ámbito, el de los trasplantes, que crece año a año, gracias al aumento de donaciones, así como las mejoras en las técnicas utilizadas, todavía se siguen perdiendo muchas vidas por el camino de pacientes cuya salud y calidad de vida empeora mientras aguardan en listas de espera a que llegue un órgano compatible. Según datos de la Organización Nacional del Trasplante, aproximadamente un 10% de enfermos muere mientras se encuentra en lista de espera. Tal como indica la Dra. Marina Carmen Berenguer, esto sucede debido a que “la proporción de individuos enfermos que precisan un trasplante siempre ha superado a lo largo de la historia al número de potenciales donantes. Por eso una de las estrategias en todos los países es desarrollar estrategias para aumentar el grupo de potenciales donantes”.
Por otra parte, las investigaciones más innovadoras en el ámbito de la medicina han abierto vías de desarrollo de técnicas específicas orientadas tanto a la propia regeneración de los órganos dañados, como a la creación de órganos en laboratorio, que puedan ser implantados como un recambio rápido y 100% compatible con el paciente, capaces de evitar problemas como el rechazo. En este sentido, como explica el Dr. Ernest Hidalgo, “el concepto de medicina regenerativa, que es una amalgama de muchas técnicas y muchas disciplinas en la medicina, es teóricamente el tratamiento ideal del trasplante, porque tal y como lo conocemos hoy en día, suple la función del órgano o de la extremidad a tratar, pero lleva consigo una serie de efectos secundarios, ya sea el tratamiento, la intervención, etc. La medicina regenerativa ya sea génica o celular, la idea sería reparar o construir un órgano nuevo y una de las posibilidades sería evitar el conflicto inmunológico”.
En cuanto a la creación de órganos funcionales en laboratorio, el Doctor recuerda que “el concepto es muy atractivo y seguramente en el futuro no inmediato será el tratamiento de elección, pero la complejidad viene dada por el hecho definir una estructura que hay que poblar con células que reparen o imiten la función del órgano. Los avances son importantes, pero como más compleja sea la estructura, más difícil de desarrollar es este sustrato que después hay que poblar”.
En este sentido, tanto la Dra. Berenguer como el Dr. Hidalgo coinciden en indicar que la aplicación de estas técnicas en el día a día de la medicina no se ve en un horizonte cercano, y señalan al largo plazo. Pero recuerda la Doctora que “tenemos, afortunadamente, un país con una alta tasa de donación. Con unos equipos de trasplante que son realmente admirados en gran parte del mundo, en todos los órganos, y con técnicas que están avanzando mucho para preservar los órganos; para hacer cirugías cada vez más avanzadas y menos dañinas con cirugía robótica. En este camino se está avanzando muchísimo y todo lo que sea medicina regenerativa y xenotrasplante a lo mejor lo verán quienes vengan detrás de mí”.