"Somos rivales desde los 15 años y eso siempre va a existir porque a los dos nos gusta ganar. Es una rivalidad sana y nos llevamos bien, aunque no seamos amigos íntimos", asegura Carlos Rodríguez, uno de los ciclistas del momento en el panorama español tras subir al podio en la Vuelta de la Comunidad Valenciana.
Rodríguez asume con naturalidad la presión del entorno, que tiene puestas en él muchas esperanzas. “En carreras de menor nivel sí me veo preparado para ser jefe de filas. Sueño con ganar el Tour, pero es un objetivo todavía lejano".