El acceso universal a un recurso como el agua sigue siendo una utopía, un objetivo lejano e inalcanzable. Se continua incumpliendo el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), número 6. Países o comunidades de África o Latinoamérica padecen las severas dificultades de disponer de agua para algo tan imprescindible como beber o higiene.
Según Naciones Unidas, 2 200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura. Otra de las realidades es que, hasta 1.700 millones de personas, la quinta parte de la población mundial, carecen de las denominadas 'aguas negras', es decir, sufren las consecuencias de falta de infraestructura de saneamiento de aguas residuales seguro. Esta situación ahonda, aún más, en el problema de que el 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas, con el consiguiente impacto medio ambiental y los severos riesgos para la salud.
(Entrevista con Alberto Guijarro, portavoz de la ONG Ongawa).