La segunda década del siglo XXI no perdona el pasado turbio. Sobre todo cuanto este pasado salta a los titulares. El periódico alemán Die Zeit publica este jueves una amplia investigación en la que revela que Alfred Bauer, historiador y jurista, primer director de la Berlinale, que permaneció en ese cargo durante 25 años, trabajó para el régimen nazi de Adolf Hitler y después trabajó intensamente para ocultar ese pasado. Según el diario, Bauer formó parte de la Dirección de Cinematografía del Tercer Reich, creada por Joseph Goebbels, y allí se encargaba de las tareas relacionadas con la organización del personal. Llegaba incluso a decidir, siempre según los documentos que Die Zeit ha encontrado en los archivos del estado de Berlín, qué directores iban al frente y cuáles podían seguir rodando.
La Berlinale, que este mismo miércoles presentaba en sociedad a su nueva dirección bicéfala, se ha apresurado a tomar la medida más visible: el Premio Alfred Bauer, que se concedía desde la muerte del exdirector en 1986 a las producciones que abrían nuevos horizontes cinematográficos, dejará de llamarse así. En un tuit taxativo, el festival admite que el artículo "arroja nueva luz sobre el papel de Alfred Bauer", y que la interpretación de esas fuentes les lleva a suspender el premio. Además, el historiador de cine Rolf Aurich, que tenía previsto publicar un libro durante la Berlinale -un libro que abordaba ese posible pasado nazi de Bauer- ya no tendrá un hueco en el calendario de la muestra.