Pocos minutos después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, compareciese en rueda de prensa para anunciar las medidas del Gobierno para contener el coronavirus, el Ayuntamiento de Málaga confirmaba vía Twitter lo que ya era un secreto a voces en el sector cinematográfico español: la edición número 23 del Festival de Málaga se aplaza por culpa de la enfermedad. En un comunicado remitido a la prensa, el certamen achaca el aplazamiento a “la incertidumbre que genera el coronavirus”. Sus responsables aseguran que, a pesar de que las medidas actuales no impedirían su celebración, la “recomendación de no viajar dificulta que la cita se desarrolle con normalidad”. En la misma nota, el festival asegura que ya se está trabajando para encontrar una nueva fecha.
En la mencionada comparecencia del Gobierno, el responsable de Sanidad ha anunciado también la cancelación de los eventos culturales a puerta cerrada de más de 1.000 asistentes, y la reducción a un tercio del aforo de los eventos de la misma índole que no alcancen esa cifra. Eso afecta de lleno, por ejemplo, a las salas de cines de la capital. Varios exhibidores contactados por Onda Cero aseguraban esta tarde que se encuentran aún a la espera de información precisa sobre cómo proceder. Octavio Alzola, el responsable de programación y marketing de los Cines Renoir, asegura que “cuando esté la información esté publicada de forma concreta”, se adoptarán las medidas necesarias requeridas por el Gobierno, como la separación preventiva de espectadores en las salas.
La Filmoteca Española, con sede en Madrid, ha anunciado en su cuenta de Twitter que, a la espera de implementar un sistema de venta digital con el aforo reducido, solo venderá entradas de forma manual. Los espectadores que hubieran comprado su entrada de forma anticipada y no puedan acceder al recinto podrán canjearla por otra para una sesión distinta. Este martes, la Academia de Cine ha anunciado que suspende todas sus actividades culturales hasta el próximo 26 de marzo, y varias películas han decidido retrasar su fecha de estreno: por ejemplo 'Un amigo extraordinario’, con Tom Hanks, o la española ‘El inconveniente’, que iba a participar en la sección oficial del aplazado Festival de Málaga.
