El engaño de Soderbergh, o una gala de los Oscar 2021 para olvidar
Los premios de la Academia en el año de la pandemia fueron insufribles como retransmisión televisiva, pero mostraron una apuesta clara de Hollywood por el cine en las salas | Más cine y series, en Kinótico
En la gala de los Oscar 2021 nada fue como nos habían prometido. Este lunes, en 'Julia en la Onda', reproducíamos unos compases de ‘Fight for you’, el Oscar a la Mejor Canción original por la película ‘Judas y el Mesías negro’, que resultaba más entretenida en sus primeros diez segundos que la ceremonia capitaneada por Steven Soderbergh en su integridad. En una gala en la que había récord de nominados no blancos… los premios actorales se repartieron al 50%. Vamos primero con los secundarios. Por la película que citábamos, 'Judas y el Mesías Negro', ganó el afroamericano Daniel Kaluuya, que está lanzado a la fama desde 'Déjame salir' y atesora ya el Oscar al Mejor Actor de reparto. También ganó la abuela del año, pero de ella hablaremos después.
Los actores principales. La gala fue un bajón, entre otras cosas, porque no acabó con el premio a la Mejor Película, sino con el de Mejor Actor protagonista. Un esquema diseñado para la previsible victoria del fallecido Chadwick Boseman, pero no. El premio lo ganó Anthony Hopkins… ¡que estaba durmiendo! Y claro, la gala acabó con un “nadie va a recoger este premio”, adiós. Menos mal que esta mañana, esta mañana tempranito, se ha levantado el señor Hopkins, que tiene 83 años, ha visto que ha ganado por ‘El padre’ el segundo Oscar de su carrera y ha grabado un vídeo de agradecimiento. Y se ha acordado de Boseman.
La Mejor Actriz protagonista ha sido Frances McDormand por ‘Nomadland’,… que ha dado dos discursos. Uno muy cortito como actriz pero otro, con mucho significado, como productora de la película de la directora de origen chino Chloé Zhao, que ha sido la Mejor Directora. “Por favor, vean nuestra película en la pantalla disponible más grande, y pronto, lleven a todos los suyos a verla, y a ver todas las películas de esta noche. Este premio es para nuestro lobo”, exclamaba antes de aullar... en una clara alusión a ese símbolo de la libertad que es 'Nomadland' y que completa una carrera de premios impresionante en el año de la pandemia: León de Oro en Venecia, Premio del Público en Toronto, BAFTA, premio de los Productores y el Oscar a la Mejor Película.
Pero si nos alejamos de los premios -'Una joven prometedora', Mejor Guión original y Sergio López Rivera, Oscar español al Mejor Maquillaje y Peluquería están en nuestros corazones- debemos concluir que Steven Soderbergh nos engañó. Nos engañó. Es así. Ha estado días filtrando que la ceremonia iba a ser como una película [se dice que como salvoconducto para evitar las mascarillas], que nos iba a sorprender… Y nada. Todo ha sido envoltorio contra fondo. Todo el rato. Como ejemplo el 'In Memoriam': una especie de pase de stories de Instagram a toda velocidad en el que se despachaba en milésimas de segundo a estrellas como Sean Connery. O sea, lo solemne… justo en este año… mal…
¿La parte ligera? Pues lo único pretendidamente ligero fue una especie de karaoke en el que Questlove, el DJ de la ceremonia, pedía a las estrellas que contaran (y cantaran) anécdotas musicales. Pues bien, Glenn Close acababa de perder su octavo Oscar y no dudó en lanzarse al twerking… A falta de los datos oficiales, parece que ni siquiera este momentazo ha conseguido salvar las audiencias de una gala que ya el año pasado, con 'Parásitos', cayó un 20%. Todo era como un gran salón de bodas de un hotel, que habían montado en el vestíbulo de Union Station (o sea, como unos Globos de Oro con mesitas y con distancia)… pero no contábamos con los ventanales, y con que al empezar la gala eran las 5 de la tarde en Los Ángeles.
Entraba la luz a raudales por las ventanas. Era como un gran after hollywoodiense pero sin alcohol. Y frente a eso, un escenario ridículamente pequeño con unos telones azules mortuorios. Solo Harrison Ford hizo algún pequeño chiste al entregar Mejor Montaje (hablando de lo que se dijo en su momento de 'Blade Runner', que ahora es una leyenda). Y menos mal, gracias, que existe el cine surcoreano… que un año más resultó un respiro. Decíamos antes que había ganado premio la abuela de ‘Minari’, Yuh-jung Youn. El encargado de abrir el sobre fue un incombustible Brad Pitt que, ojo, es productor ejecutivo de la película…
La actriz surcoreana de 73 años subía al escenario y decía… que qué bien conocer a Brad Pitt, pero que dónde estaban cuando estaban rodando… Y luego decía que claro, que ella los Oscar los veía por la tele. Y que estar allí era un sueño. Ceremonia larga, descafeinada, aburridísima, en la que las actuaciones musicales se habían pregrabado y que solo pasará a la historia porque estamos en el año en el que estamos. Ya nos hemos olvidado de la gala. Yuh-jung Youn debería saber que, en esta ocasión, fue mucho mejor verlo en directo que en casa.