Joaquin Phoenix está acostumbrado a transformarse en los personajes más extremos. Deforma su cuervo y su voz como quiere, y su larga carrera de personajes extraños y atormentados está ahí para demostrarlo. Pero quizá ninguno como el 'Joker' de Todd Phillips, que se ha presentado hoy a concurso en la Mostra de Venecia. La película muestra al anodino Arthur, un aspirante a cómico extremadamente delgado, con una risa compulsiva e imparable que se debe a una condición médica. "Empecé con la pérdida de peso, y parece que eso afecta a tu psicología", decía Phoenix durante la rueda de prensa en el Lido. "Cuando pierdes tanto peso en tan poco tiempo empiezas a volverte loco. Leí algún libro sobre asesinos políticos, muy interesante, que los clasifica en diferentes tipos de personalidad. Y en cuanto identifiqué qué tipo de personalidad tendría Arthur, quise encontrar la libertad de crear algo que no fuera indentificable. Es un personaje de ficción, y no quiero que un psiquiatra sepa cuál es su condición", añadía sobre la composición del personaje.
La cinta se desarrolla en un Gotham más neoyorquino de lo habitual -con referencias estéticas menos oscuras que las películas de Batman realizadas hasta ahora-, con más luz de la que esperamos de este tipo de historias "de superhéroes", y con un personaje central que busca ser querido. "Lo que más me interesaba de Arthur era su luz, no solo la parte atormentada. Era su lucha por encontrar la felicidad y por sentirse querido", decía Phoenix. Tanto él como el director han asegurado que no han tomado como referencia a ninguno de los Joker anteriores. De hecho el cineasta ha asegurado que no ha considerado qué consecuencias puede tener en el Universo DC una película como esta, tan "de autor". Es un descenso a los infiernos de un hombre que vive con su madre, interpretada por Frances Conroy, que admira a una estrella televisiva [un presentador de late-night interpretado por Robert de Niro] y que comienza a flirtear con una de sus vecinas de rellano... mientras intenta que no le despidan de su trabajo como payaso ocasional.
"No creo que el objetivo de este Joker sea ver incendiarse el mundo", aseguraba Todd Phillips, preguntado por una parte concreta de la película que no revelaremos. "Al principio de la cinta se le ve trabajando, y es un hombre que busca su identidad. Nuestro hombre tiene como meta hacer que la gente se ría, piensa que está en el mundo para esparcir la alegría. Toma alguna decisión equivocada... pero no, se convierte en un símbolo de forma involuntaria".