ESTRENO

'El año del descubrimiento': Siempre es 1992 entre las mesas de un bar de Cartagena

El nuevo documental de Luis López Carrasco resume en 200 minutos todas las crisis que afectan a los trabajadores españoles desde la Guerra Civil | Más cine y series, en Kinótico

David Martos

Sevilla |

Este viernes 13 de noviembre, tras un larguísimo recorrido por festivales internacionales que culmina en el Festival de Cine Europeo de Sevilla -al que el director no ha podido acudir por la COVID-19-, llega a las salas 'El año del descubrimiento'. Es un documental de 200 minutos en el que, a través de los testimonios de decenas de hombres y mujeres que pasan por las mesas de un bar, casi todos [y todas] pertenecientes a un extracto obrero y confluyentes en la Región de Murcia, dibuja el panorama de la crisis perpetua que atenaza a España, o mejor, a la España que no aparece en los informativos. Y fue justo una noticia del telediario de aquel 1992, aquel año olímpico y universal, lo que disparó la idea de esta película: "Me parecía que los años 80 estaban por contar, estaban sucediendo cosas muy duras en torno a la reconversión industrial; y recordé que había visto de niño el parlamento autonómico ardiendo, esto nadie lo conoce y sucedió a la vez que celebrábamos los Juegos Olímpicos y la Expo", explicaba Luis López Carrasco durante una entrevista con Kinótico.

"El 92 era un punto de partida pero acabó siendo un punto de llegada", continuaba el cineasta, "cuanto más íbamos investigando y más personas íbamos conociendo, la película iba creciendo cada vez más y se convertía en un súper retrato de la clase trabajadora de Cartagena y de La Unión, de ahí la cantidad de voces que aparecen en el film". López Carrasco juega con la credibilidad del espectador con la intención de sostener su tesis: la crisis de la reconversión industrial de los últimos 80 y primeros 90, que eclosionaría en 1993, es la misma crisis que la explosión de la burbuja inmobiliaria de 2008. Y ahora, en 2020, en medio de la crisis del coronavirus, no sabemos si lo que vemos en pantalla es de una crisis, de otra... o de todas. "La película está rodada en noviembre de 2018, pero todo su dispositivo, toda su puesta en escena -grabar con cámaras de finales de los ochenta, con un gran trabajo de vestuario- conduce a que en la primera parte del film no tengas muy claro si las imágenes pertenecen al 92 o a la actualidad", explica el director. "Intentamos vincular la crisis del 92 con la crisis contemporánea, la del 2008, que todavía tiene efectos concretos".