Hace 50 años vio la luz una de las películas más icónicas de la segunda mitad del siglo XX: ‘La naranja mecánica’, de Stanley Kubrick. En España no pudimos verla hasta el 75, cuando un cúmulo de circunstancias hizo que pudiera estrenarse en la Seminci de Valladolid. La Seminci de este año, de 2021, ha rendido homenaje a aquel atrevimiento… Y ‘atrevimiento’ es la palabra, porque en el 75 la Seminci se celebraba en primavera… y por tanto el general Franco seguía vivo. La censura había prohibido ‘La naranja mecánica’ en el 71, pero las intenciones de cierta apertura del régimen hicieron que se eligiera la Seminci para que viera la luz aquella película rara, distribuida por la Warner, en la que los personajes hablaban una lengua inventada y bebían leche mientras planeaban su próximo golpe…
Beethoven puso la banda sonora a esta adaptación de la novela de Anthony Burgess, protagonizada por un tal Alex DeLarge, un joven adicto a la violencia, al sexo y a las drogas. Stanley Kubrick descubrió al actor que sería su protagonista viendo ‘If…’, una película de Lindsay Anderson que ganó la Palma de Oro y que también contenía una tremenda cantidad de violencia. Dicen quienes saben detalles del rodaje de ‘La naranja mecánica’ que la película no se habría hecho si Malcolm McDowell no hubiera dicho que sí al papel… Este fin de semana, McDowell ha pasado por la Seminci de Valladolid. A sus 78 años ha recordado con reverencia a Kubrick y ha presentado en la Seminci ‘La naranja prohibida’, un documental de Pedro González Bermúdez para TCM en el que se recuerda cómo se formaron tremendísimas colas en la Valladolid del 75 cuando se supo que allí se podría ver esa película prohibida que solo algunos suertudos habían podido disfrutar viajando a Perpiñán…