Carmen Cobos, la policía a la que da vida Maribel Verdú en ‘El asesino de los caprichos’ -la película de Gerardo Herrero que llega este viernes 18 de octubre a los cines- es una mujer muy dura, hosca en las formas, tremendamente independiente. Es la encargada de investigar una serie de asesinatos que se producen en el madrileño Barrio de Salamanca, y en los que el culpable imita los conocidos ‘Caprichos’ de Francisco de Goya. Como si hubiera quedado en ella parte del personaje, con una gran contundencia, Verdú ha charlado con nosotros en el nuevo episodio de Kinótico, el podcast de cine y series de Onda Cero, acerca de la situación de las mujeres dentro de la policía y también en el sector audiovisual, en el que ella debutó con muy corta edad.
“A mí me han pasado cosas, obviamente”, contaba la intérprete. “Llevo desde pequeña en esto. Es verdad que tengo mucho carácter, y cada vez que me he encontrado con impresentables y gente que ha intentado algo… ¡excuso decirte! Una vez [fui a los] Juzgados de Plaza de Castilla, lo que pasa es que hace muchos años y de esto no se habla. Lo he comentado ahora y no lo volveré a comentar. Yo era menor de edad, fue en un rodaje y a la vista de gente. Yo he gritado, he empujado, he dado cortes, me ha salido ‘la de San José de Valderas’, no sabes”, añadía aludiendo a una conocida zona de la Comunidad de Madrid. “La primera vez que me pasó no era nadie. Podía no haber seguido en esto, pero mis padres me apoyaron”.
Verdú relataba que había conocido a mujeres, mandos policiales, que le habían asegurado que en ocasiones tenían que adoptar actitudes tradicionalmente vinculadas con los hombres para poder hacerse un hueco en un mundo tradicionalmente dominado por los varones. Ante la pregunta de cómo ha vivido la oleada de denuncias desde el llamado ‘Caso Weinstein’, y si su naturaleza de estrella del cine español le ha ayudado en su carrera a enfrentarse con posibles casos de abusos, respondía: “Me he enfrentado con verdaderas situaciones horribles, y he salido de ellas yo solita. Pero no siempre es así, te lo puedo asegurar. Con el #meToo me siento una mujer completamente protegida, de alguna manera nos está amparando, yo me siento más segura, estoy feliz”.