Con motivo de los 30 años del atentado de ETA en Sabadell, Carlos Alsina realiza un programa especial de Más de uno sobre los atentados olvidados de la banda terrorista en el que entrevista a Ángeles Mañas, Isabel Martín, Ana Aizpiri, Marisol Chávarri y Gaizka Fernández. Además, retransmite el primer relato de 'Los peces de la amargura', de Fernando Aramburu.
Marisol Chávarri es la mayor de tres hermanos y tenía 17 años cuando ETA asesinó a su padre Miguel Chávarri, jefe de la policía local de Beasain, en el 1979. Hoy en día ofrece charlas en los institutos y universidades a los más jóvenes para explicarles de primera mano qué fue el terrorismo de ETA.
Isabel Martín es la viuda del policía Miguel Marcos que murió en el atentado de Sabadell del 8 de diciembre de 1990 perpetrado por ETA. Nos cuenta en 'Más de uno' cómo vivió aquel horrible día.
Gaizka Fernández, historiador, autor de varios libros sobre la historia de ETA y responsable del área de Archivo, Investigación y Documentación del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, habla en Más de uno de la banda terrorista.
El 8 de diciembre de 1990 ocho Policías Nacionales de Sabadell sufrieron un atentado con coche bomba de la banda terrorista ETA, en el que seis de ellos perdieron la vida y la de los otros dos no volvió a ser igual. Ellos fueron Juan José Escudero, Eduardo Hidalgo, Juan Gómez Salat, Miguel Marcos Martínez, Francisco Pérez Pérez y Ramón Díaz.
Ángeles Mañas, testigo y una de las primeras personas en llegar al lugar del atentado de Sabadell del 8 de diciembre de 1990 perpetrado por ETA, nos cuenta en Más de uno cómo vivió aquel terrible momento.
La delegada del Gobierno, Aina Calvo, ha señalado como "imperativo" el tributo y el reconocimiento a quienes trabajaron por el bien común y por todos y cada uno de los ciudadanos.
MIÉRCOLES. 39 ANIVERSARIO DEL ATENTADO EN LA CALLE OLLERÍA DE LOGROÑO
El 27 de noviembre de 1980 está marcado para siempre como uno de los días más tristes de la historia de Logroño. Ese trágico día la banda terrorista ETA aparcó frente al bar Paco de la Calle Ollerías un coche cargado con tres ollas metálicas llenas de dinamita. El reloj marcaba las diez menos veinte de la noche y una cuadrilla se disponía a tomar algo en el bar Paco. Fue entonces cuando los terroristas accionaron por control remoto el artefacto y el coche estalló en mil pedazos. Miguel Ángel San Martín, Joaquín Martínez y Carlos Valcárcel fallecían, y José Luis Hernández resultaba herido grave, además otras seis personas que paseaban en ese momento por la Calle Ollerías de Logroño también eran heridos por la explosión. La sinrazón, la brutalidad y la barbarie de ETA asestó un duro golpe a Logroño y a toda La Rioja. José Luis Hernández, superviviente de este atentado recuerda como si fuera ayer ese 27 de noviembre de 1980. Él tenía al día siguiente que madrugar para ir a una reunión a Madrid pero sus amigos insistieron en que fuera a tomar unos vinos porque había algo que celebrar.
MIÉRCOLES. 39 ANIVERSARIO DEL ATENTADO EN LA CALLE OLLERÍA DE LOGROÑO
El 27 de noviembre de 1980 está marcado para siempre como uno de los días más tristes de la historia de Logroño. Ese trágico día la banda terrorista ETA aparcó frente al bar Paco de la Calle Ollerías un coche cargado con tres ollas metálicas llenas de dinamita. El reloj marcaba las diez menos veinte de la noche y una cuadrilla se disponía a tomar algo en el bar Paco. Fue entonces cuando los terroristas accionaron por control remoto el artefacto y el coche estalló en mil pedazos. Miguel Ángel San Martín, Joaquín Martínez y Carlos Valcárcel fallecían, y José Luis Hernández resultaba herido grave, además otras seis personas que paseaban en ese momento por la Calle Ollerías de Logroño también eran heridos por la explosión. La sinrazón, la brutalidad y la barbarie de ETA asestó un duro golpe a Logroño y a toda La Rioja. José Luis Hernández, superviviente de este atentado recuerda como si fuera ayer ese 27 de noviembre de 1980. Él tenía al día siguiente que madrugar para ir a una reunión a Madrid pero sus amigos insistieron en que fuera a tomar unos vinos porque había algo que celebrar.