El Papa Francisco continúa ingresado en el Hospital desde el pasado viernes y el último informe sobre su estado de salud presenta un "cuadro clínico complejo que requiere de una hospitalización adecuada".
La cada vez mayor resistencia de las bacterias a los antibióticos es ya una realidad y la evolución de este problema podría tener consecuencias desastrosas para la salud mundial.
El intestino, más allá de su papel en la digestión, es conocido como nuestro 'segundo cerebro'. Esto no es una casualidad: el sistema digestivo está en constante comunicación con el cerebro a través del eje intestino-cerebro, una red bidireccional que conecta nuestro sistema nervioso central con el sistema nervioso entérico, que controla las funciones digestivas.
Esta conexión juega un papel fundamental en el equilibrio de nuestra microbiota intestinal, el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino. Estrés, ansiedad y emociones negativas pueden influir directamente en el funcionamiento de esta microbiota, debilitando nuestras defensas y favoreciendo el crecimiento de bacterias dañinas.
Escucha en este podcast cómo cambiar rutinas con Palasiet para mejorar nuestra relación con la comida, con nuestro cuerpo y sobre todo, con nuestro entorno.
Recibimos en Más de Uno Lugo a la catedrática de Microbiología de la Facultad de Veterinaria, Azucena Mora, que acaba de ingresar en la Academia Galega de Ciencias Veterinarias y que ha dirigido la investigación premiada por el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos. Mora tiene claro que afrontar las bacterias multirresistentes, es un problema prioritario de salud en el que todos estamos implicados. Insiste en la necesidad de estar concienciados en lo que debemos hacer para salvar la humanidad: "hay que impedir que las bacterias se multipliquen por la población con higiene personal, un manejo adecuado de los alimentos y un uso controlado de los antibióticos. Asegura que de una vez por todos hay que convencerse que los antibióticos no sirven para todo. Azucena Mora analiza también los riesgos en la propagación de bacterias en las zonas afectadas por la dana.
Carla entró en el hospital para operarse un quiste sin importancia. Semanas después salía sin manos ni pies. Una bacteria, que afecta sobre todo a mujeres jóvenes, estuvo a punto de provocarle la muerte.