Se cumplió el pronóstico: Perdieron el plebiscito aun ganando las autonómicas. Mayoría de escaños pero minoría de votos por la independencia. Hay más ciudadanos apoyando candidaturas no independentistas que ciudadanos apoyando a quienes reclaman independencia. Y si los promotores del proceso tuvieran la honradez intelectual de leer el escrutinio en toda la información que aporta, admitirían que no hay mayoría social que avale hoy la aventura. Sí la hubo hace tres años por el llamado derecho a decidir, aquel sí era un parlamento del que nadie podía discutir su abrumadora mayoría en favor de la consulta, pero no lo es éste en favor de la independencia y sus adalides, empezando por el rey Artur, son los primeros en saberlo.