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Según ha podido saber Onda Cero, el malestar en la Jefatura de la Policía Local de Palma es máximo por la entrada no autorizada de varios agentes condenados por delitos apartados de servicio. Estas personas habrían acudido a la fiesta de jubilación de otro policía que reunió a una veintena de agentes en el cuartel de Sant Ferrán durante el turno de tarde-noche. La regidora de Seguridad Ciudadana de Palma, Joana María Adrover, niega que se trate de una fiesta ilegal en la sede policial y admite que investigan quién dejó entrar a los agentes apartados de servicio.

Según fuentes de la Benemérita, la Guardia Civil ha abierto una investigación interna para averiguar por qué no se activó el protocolo habitual en casos de violencia de género, aunque la víctima no había formalizado la denuncia por malos tratos. Cuatro horas después acudir al cuartel fue apuñalada por su marido hasta provocarle la muerte.