Editorial de Elena Gijón

Primeras horas de Angel Sastre, Antonio Pampliega y José Manuel López con sus familias después de diez meses de secuestro. Diez meses de una pesadilla a la que los tres periodistas se arriesgaron por tratar de contar al mundo lo que sucede incluso allí donde la barbarie campa a sus anchas. 10 meses de intenso trabajo de unos servicios secretos de los que una vez más podemos decir que nos sentimos orgullosos. Su profesionalidad ha brillado una vez más.

Dice el CIS que el PP ganaría las elecciones y que Podemos sigue en caída libre. Los de Pablo Iglesias se dejan tres puntos en intención de voto. Así que ahora se entiende todo mucho mejor. No es Pablo Iglesias quien está echando un cable a Izquierda Unida. Es Alberto Garzón el que ahora mismo salva a Pablo Iglesias.

La reducción de los gastos electorales es el intento de los partidos de expiar ante los españoles su imagen. Intentan con la letanía de la austeridad que se les disculpe su ineficacia para formar gobierno. Pero no se engañen. El dinero que se ahorran no revierte en la sociedad. Se queda en las arcas de las formaciones. Así que no se trata de sensibilidad social sino de una operación cosmética. Y aún así, bienvenida sea. Sobre todo si sustituyen carteles, fotos y mítines por debates.