El indultado

Indultamos a Miquel Iceta, conscientes del protagonismo que va a adquirir en el proceso de digestión del pacto con Esquerra Republicana. En rigor es indigerible, pero Sánchez maquina para hacerlo posible con los recursos del deshielo y de la hipnosis.

Me vais a permitir que indulte al Estudiantes. No porque sea mi equipo de baloncesto, sino porque peligra su porvenir, entre las deudas y las vicisitudes de un club que pide ayuda a la sociedad después de haber ayudado a la sociedad misma.

Indultamos a Inés Arrimadas, poneos en su piel, y no me refiero a la maternidad. Me refiero a la responsabilidad política que le corresponde asumir. Era la heredera natural de Albert Rivera, pero no podían sospechar ninguno de los dos que el proceso sucesorio resultara tan abrupto.