Escrache

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha defendido los escraches como "protestas legítimas avaladas por la judicatura" española, pero ha considerado que lo que sucede a las puertas de su vivienda "es otra cosa": "No creo que nadie me pueda poner un ejemplo de escrache que haya durado más de unas horas. Lo que está pasando a las puertas de mi casa va por la semana 11".

Rafa Latorre recuerda en Más de uno que "toda sociedad tiene un excedente de odio que conviene mantenerlo a raya y Podemos decidió liberarlo y atizarlo en forma de resentimiento social de los perdedores de la crisis". Pero considera que lo más peligroso de todo, lo más dañino para la convivencia es que el experimento funcionó y el repudiador de ayer es hoy vicepresidente del Gobierno" y concluye explicando que "Iglesias no reniega del escrache porque quizás sea la dialéctica más cómoda para un partido que concibe el odio como un combustible".