Exhumación Franco

Los tres lo juraron. Los responsables de la Casa Civil y militar del jefe del Estado difunto. Juraron que era Franco el muerto al que sepultaban. Que no se había roto la cadena de custodia. En favor de los juramentados digamos que en cuarenta y cuatro años nadie ha puesto en duda que sea Franco el que está sepultado allí, bajo la losa de granito y dentro del ataúd forrado de cinc, en lugar preferente del altar de la basílica.

Rubén Amón reflexiona en sus siete preguntas sobre el efecto electoral que tendrá la exhumación de Franco y se pregunta cuántos votos pueden costarle a Sánchez los números del desempleo que vamos a conocer hoy, con la EPA.

Personalmente, una cierta frialdad. Después de 44 años de saber que Franco estaba en Cuelgamuros, me hice a la idea. Nunca critiqué a Felipe González por dejarlo allí, ni critiqué a Zapatero por ser el primero en quererlo desenterrar. No coincido con quienes ven en este traslado la culminación de la reconciliación, porque la reconciliación se logró en su momento.