Final de Champions

La final de Champions entre Real Madrid y Atlético de Madrid no es sólo un partido que tiene a esta hora cardíacas a las dos aficiones. Es mucho más. Es una soberbia campaña de imagen para la capital. Así que estaría bien que comprendieran esta circunstancia algunos responsables políticos, como la propia alcaldesa. Que asumiera que tener en una misma capital a dos equipos que en tres años han disputado dos finales europeas es un escaparate que no se puede desaprovechar. Que le guste o no le guste el fútbol es, completamente accesorio.

El impacto económico de la final de la Liga de Campeones, que enfrenta este sábado en Milán a Real Madrid y Atlético de Madrid, excederá de 400 millones de euros, superando a los registros conseguidos en la final de Lisboa de 2014, cuando los mismos protagonistas se citaron sobre el césped portugués. En España, se generarán unos 36 millones de euros en bares y restaurantes, de los cuales 9 serán en Mardid, según la Asociación Empresarial de Hostelería de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid ha instalado en algunas calles de la capital unas papeleras que llevan incorporadas dos "urnas de votación" en las que los vecinos pueden depositar sus colillas en un recipiente con una foto del Atlético de Madrid o del Real Madrid según sea su respuesta a esta pregunta: "¿Quién crees que va a ganar la Champions?".