Por supuesto, habrá de todo, pero la inmensa mayoría de los que crecimos con la trilogía original, vivimos toda la avalancha de material relacionado con la saga Star Wars con cierto recelo. Libros, videojuegos, merchandising, cómics, series de televisión, juegos de rol, parodias, cromos, etc. El soporte era lo de menos, había que estar ahí, todas las navidades, estirando el chicle, con un nuevo modelo de Halcón milenario o una nueva historieta del héroe de turno. Legiones de nuevos adeptos caían rendidos al poder de la ‘fuerza’ y se consolidaba eso que se ha denominado Universo expandido, o sea, todo aquel material extra que se supone completa la historia original (o no). En fin, nos hicimos mayores y cuando quisimos darnos cuenta estábamos haciendo cola para ver una segunda saga y con la compra en 2012 de Lucasfilm por parte de Disney (por algo más de 3000 millones de euros), la franquicia se garantiza, de momento, una nueva trilogía que comenzará en diciembre de este año con el estreno de Star Wars: Episodio VII, El despertar de la fuerza. No quería caer en tópicos, pero me temo que la fuerza nos acompañará una temporadita larga.