lazarillo

Guillermo López, un conductor de la Empresa Malagueña de Transportes que conduce un autobús de la Línea 3 (Puerta Blanca-El Palo), se convirtió sin querer en el nuevo héroe sobre ruedas. El pasado 21 de febrero, una pareja de ancianos se negaban a compartir el autobús con otra usuaria invidente que iba acompañada de sus dos perros lazarillos. A pesar de que Guillermo trató de explicarles que la Ley permite el acceso al autobús a los perros lazarillos y que la chica invidente, usuaria frecuente de la línea, tenía todos los papeles en regla, la negativa de los ancianos hicieron que el resto de pasajeros se revolucionaran por la falta de solidaridad de los ancianos. La chica, al ver la trifulca provocada, quiso bajar del autobús para que no hubiera problemas, pero Guillermo se lo impidió y finalmente fueron los ancianos los que abandonaron el vehículo.