libertad

Marco Contresas fue condenado en 1997 a cadena perpetua por intentos de robo y de asesinato tras un tiroteo en una gasolinera después de que un testigo lo identificara de manera errónea pese a que él estaba en su casa en el momento de los hechos. "He sido paciente y he estado esperando a este día", ha señalado a la puerta de la corte.

Los dos ultras detenidos por patear a una mujer embarazada que vestía un niqab permanecen en libertad provisional imputados por un delito de lesiones, aunque se están investigando las circunstancias del ataque para determinar si podría aplicárseles la agravante de odio discriminatorio.