Lucía Noguerales

Casi 55.600 personas acudieron al concierto de los Beatles en el Shea Stadium el 15 de julio de 1965, pero pocas lograron escuchar sus canciones. Los gritos de las fans y el precario sistema de sonido no permitieron que su música se disfrutase. Sin embargo, los músicos de Liverpool habían logrado, de nuevo, algo inédito: era el primer concierto de la historia que se realizaba en un estadio de tales dimensiones.

Desde pequeña Lia Kali descubrió que "la música era la única que no le fallaba" y se centró en ella para sacar todo el dolor y oscuridad que llevaba dentro. Ahora -ya desde el lado de la luz- triunfa con su primer álbum titulado 'Contra todo pronóstico', donde mezcla ritmos urbanos con clásicos para contar -y cantar- su historia: desde recorrer las 'jam' de Barcelona hasta triunfar en festivales y conciertos multitudinarios pasando, por desgracia, por su interno en una clínica psiquiátrica cuando era adolescente. Un disco donde recuerda que: "Para volar hay que caer/ Para vivir hay que nacer/ Para ser feliz hay que sufrir/ Para serte fiel hay que vivir".