TERRITORIO NEGRO
08/07/2013 18:51
Era Pasqual Maragall tirando con bala. Convergencia Democrática, el partido que había gobernado y gobierna hoy Cataluña, tenía un problema y era que cobraba una mordida del 3 por ciento de los contratos públicos que concedía a grandes empresas españolas. Aquello quedó olvidado entre las negociaciones del Estatut catalán. Pero el tiempo y la policía han descubierto que Maragall se quedó corto. En el territorio negro de hoy, explicaremos cómo algunas grandes empresas de la construcción, sobre todo Ferrovial, pagaban un sobrecoste de hasta el 4 por ciento del valor de las obras. La mayor parte de esa mordida, que dirían los mexicanos, acababa en manos de los tesoreros de Convergencia; el resto, en las de Félix Millet, que fuera presidente del Palau de la Música, supuesto lugar limpio, escenario de alta cultura en Cataluña y que fue usado durante años como tapadera para financiar al partido que gobierna.