mascoteros

El señor, de 66 años, estaba en su huerto cuando los perros de su vecino le atacaron. Fue el hijo el que, al ver que su padre no volvía después de muchas horas, decidió ir a buscarle y encontró el cadáver. El hombre falleció debido a las heridas que había sufrido en piernas, brazos y cabeza.

La Guardia Civil comenzó entonces una investigación en el municipio alicantino de Beniarbeig, dando con el paradero de 5 perros de raza pitbull y bull terrier de una finca cercana. De los cinco perros solo uno estaba identificado y el dueño carecía de la documentación necesaria para tenerlos.

El dueño de los perros puede ser acusado de homicidio por imprudencia. Además, estos perros ya habían protagonizado algún altercado con anterioridad. Los cinco perros han sido sacrificados después de atacar a uno de los cuidadores de la protectora a la que fueron trasladados.

Un enfermo de 91 años pidió a su familia despedirse de su perro después de varios días ingresado. El hospital de Vinalopó, teniendo en cuenta el delicado estado de salud del enfermo, accedió a que se produjera el encuentro.

Los familiares grabaron el encuentro entre el dueño y su mascota, que duró 10 minutos. El perro, de raza yorkshire, accedió al hospital en un transportín y pudo alegrarle la tarde a su dueño.

Se trata de un hecho puntual, como ha explicado el hospital, que han considerado un acto de humanización. Estas prácticas son habituales en hospitales de otros países ya que, controlando las condiciones, la entrada de animales en un hospital no supone ningún peligro para los enfermos.

Lo que para otros perros es mortal, para Albatrox es un juego. Es un Border collie que rastrea las zonas verdes de Zaragoza en busca de trampas para canes. Se trata de el primer perro entrenado para detectar este tipo de sustancias.

Albatrox fue rescatado en 2014 después de que sus dueños le abandonasen con 3 años. La gran actividad y energía del animal han hecho posible que, en solo 6 meses, Albatrox considere un juego encontrar veneno en los parques de la ciudad.

Su adiestrador, Alfonso Martínez, cuenta que ahora esperan poder entrenar a otros perros para detectar objetos metálicos y así poder acabar con los clavos y alfileres que esconden dentro de la comida para animales.

A pesar de su nerviosismo, Albatrox es un perro muy obediente que ha aprendido a sentarse cada vez que detecta algo con la complicación de que no puede llegar a tocarlo ni siquiera con el hocico. Desde las asociaciones de animales recomiendan llamar a la policía municipal en caso de encontrar alguna de estas trampas en un parque y no retirarlas para poder investigar a la persona responsable.