Moneo

El pabellón de acero y cristal de Cuenca, ubicado junto al río Júcar y que costó 7,7 millones de euros a los conquenses, sigue yermo, abandonado. Lo impulsó el ex alcalde socialista José Manuel Martínez Cenzano y, después de tres legislaturas, ningún regidor ha sabido darle un uso continuado. Al margen de algún mitin político, varias exposiciones, alguna feria y hasta una boda, el espacio que diseñó el estudio de arquitectura Moneo-Brock sólo sirve en actualidad para ser objeto de actos vandálicos.

Muy cerca de él, algunos de los candidatos a la Alcaldía de Cuenca en las municipales del 26 de mayo se han comprometido a reabrirlo.

La promotora del proyectado hotel de Moneo, en la zona de Hoyo de Esparteros, ha resuelto su deuda con el Ayuntamiento de Málaga. Se da así luz verde a una actuación que persigue la regeneración de dicha zona y la elevación en ese punto de un edificio de diez plantas, flanqueado por otros dos edificios de oficinas y un parking subterráneo de 220 plazas, que llevan la firma del afamado arquitecto Rafael Moneo.