ONDA DEPORTIVA GRANADA

El Granada CF sigue su camino sin atender el asunto de la venta accionarial a un grupo empresarial granadino, liderado por los socios que componen Greeening Group, cuyo líder, Ignacio Salcedo, continúa con las negociaciones en pos de cerrar este asunto de la compra del club. Digo que el club continúa su camino, o al menos eso es lo que parece. En fin, parece que desde Los Cármenes todo hace apuntar a que el trabajo de confección de la plantilla sigue adelante, ya con el entrenador nombrado y anunciado. Lo primer que deberán llevar a cabo es el del diseño de la filosofía de recomposición del equipo de la pasada temporada. Toda vez que prácticamente dos de los mejores jugadores que terminaron la Liga, Batalla y Bruno Méndez, están más fuera que dentro del equipo (hay que reconocer que la incertidumbre de la venta no ayuda a que nadie apueste por continuar en el club), los jerarcas actuales deben decidir qué hacer con los futbolistas que aún tienen contrato, o lo que es igual, deberán tener las cosas claras en cuanto a si vender o no a los más valiosos del año pasado. Tendrán que decidir si escuchar ofertas para sus respectivos traspasos o bien plantar posturas y solo permitir sus salidas en caso de abono de las respectivas cláusulas de rescisión de sus contratos. El segundo apartado será el acierto o no en la contratación de los nuevos jugadores. Ahí entrará de nuevo en juego la habilidad del director deportivo, que hasta ahora y sálvense algunos casos, ha brillado por su ausencia.

El Granada CF tiene ya nuevo entrenador. La actual propiedad china, con sus gestores, ha decidido, con buen criterio, que no se podía esperar más y ayer tarde dieron a conocer el nombre del nuevo técnico. Un hombre ya sobradamente conocido tras la campaña ofrecida hace meses de promoción del mismo. Llega al club Guillermo Abascal, de treinta y cinco años de edad, con ninguna experiencia en el fútbol profesional español pero con un amplio bagaje en el europeo tras su paso por varios equipos suizos, italianos, griegos y rusos, con una última experiencia en el Spartak de Moscú, club al que ha dirigido durante más de setenta partidos. Pero sea como fuerte y por muchos partidos que haya estado en los banquillos continentales, a Abascal le falta experiencia en el fútbol profesional español que, junto al británico, es el mejor del mundo. Y lidiar con la actual situación, con un Granada CF en recomposición, con una plantilla de jugadores que tendrán que salir, vía venta o rescisión de contrato, y algunos más que aún tienen que llegar, más allá del anuncio del fichaje de Pablo Insua y la salida de Alberto Soro, cataloga esta llegada de auténtico experimento. Un nuevo ensayo, como el del Cacique Medina, que podrá salir bien o mal en virtud de esa fortuna que siempre preside el devenir del fútbol y sobre todo de la calidad del equipo que finalmente se ponga en sus manos. Por cierto, en su discurso de bienvenida, no ha pronunciado ni una sola vez las palabras "ascenso a primera división".

No hay noticias nuevas con respecto a la venta de la propiedad del Granada CF al grupo empresarial granadino. No la hay, por desgracia. Debido a ello la situación del club rojiblanco comienza a entrar en un terreno pantanoso, no igual al de la pasada temporada, pero se encuentra en un punto parecido. Las negociaciones entre las partes continúan en pie, pero todo hace indicar que pierde fuerza la opción de dicha compra. Esta fluctuación tiene fundamentalmente un motivo: la gran factura final de venta. Si al dinero que de por sí pide la propiedad china por la venta del bien, sumamos lo que la nueva propiedad tendría que pagar: primero por el dinero que aún la propiedad china debe al anterior propietario, Gino Pozzo, por la venta del club en 2016, segundo, por una cantidad económica importante que también se debe a la Liga de Fútbol Profesional por derechos de televisión de la Liga Española en China (en torno a 45 millones), y a todo hay que sumar la deuda que puede aún sobrevenir a causa de la Operación Líbero, por la que la acusación solicita 45 millones de euros mas. Si todo eso lo sumamos, en el caso más optimista, la factura se va a no menos de 80 millones. Y esta cifra, ni se ajusta a lo que realmente suele valer un equipo de segunda división ni es lógico plantear este escenario de compra, simplemente porque el club no vale ese dinero. En virtud del panorama, la compra se enfría. Y si la compra no va para adelante, los actuales responsables del club tienen que comenzar a planificar la temporada del año que viene.