Pedro Antonio Sánchez

LA COLUMNA DE JULIA OTERO

04/04/2017 17:30

El PP y el gobierno han defendido al señor. Sánchez hasta que se divisó el abismo al fondo

Por lo que ha tardado en dimitir el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, Pas para los amigos, es evidente que el PP creía que Albert Rivera iba de farol. Como no es siquiera verosímil que el PP estuviera dispuesto a perder otra comunidad autónoma, solo se entiende que hayan apurado tanto los tiempos -recordemos que mañana se presentaba la moción de censura contra Sánchez- porque creyeron que Ciudadanos se echaría atrás. Y se equivocaron, claro.

LA COLUMNA DE JULIA OTERO

04/04/2017 17:30

Julia Otero: "El PP y el gobierno han defendido al señor Sánchez hasta que se divisó el abismo al fondo"

Por lo que ha tardado en dimitir el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, Pas para los amigos, es evidente que el PP creía que Albert Rivera iba de farol. Como no es siquiera verosímil que el PP estuviera dispuesto a perder otra comunidad autónoma, solo se entiende que hayan apurado tanto los tiempos -recordemos que mañana se presentaba la moción de censura contra Sánchez- porque creyeron que Ciudadanos se echaría atrás. Y se equivocaron, claro.

OPINIÓN

04/04/2017 08:05

OPINIÓN

04/04/2017 08:05

Monólogo de Alsina: "Génova confía en que Pedro Antonio Sánchez se quite de en medio ahora y que vuelva si le exoneran"

Se cuenta que, gobernando Reagan, organizó la Casa Blanca una reunión de los siete gobernantes de los países más industrializados del mundo. Lo que empezó siendo una conversación amable sobre la visión que cada uno de ellos tenía de la política económica derivó en acaloramiento de uno de los presentes, Pierre Trudeau, hacia la primera ministra británica, Margaret Thatcher.

OPINIÓN

04/04/2017 08:05

Monólogo de Alsina: "Génova confía en que Pedro Antonio Sánchez se quite de en medio ahora y que vuelva si le exoneran"

Se cuenta que, gobernando Reagan, organizó la Casa Blanca una reunión de los siete gobernantes de los países más industrializados del mundo. Lo que empezó siendo una conversación amable sobre la visión que cada uno de ellos tenía de la política económica derivó en acaloramiento de uno de los presentes, Pierre Trudeau, hacia la primera ministra británica, Margaret Thatcher.