Pepa Gea

Vaya semana de flamenco y faralaes llevamos, porque hasta Madrid llega el sentir, el color especial y la feria que se está viviendo en Sevilla. Y, aunque allí la fiesta ya esté llegando a su fin, en nuestra comunidad podemos seguir disfrutando de actividades relacionadas con ella, porque aun estando a más de 500 kilómetros de distancia de la ciudad andaluza, no podemos resistirnos al rebujito, el flamenco, los lunares y, por supuesto, la gastronomía típica del sur. Y esta semana además de esta fiesta que no se puede aguantar, hay una acción solidaria para el próximo día 24, que debía contar hoy, para ver si entre todos conseguimos ayudar a la par que disfrutamos con los mejores chefs.

Lo del sexo siempre ha sido una cosa como de casa, privada, de la intimidad de uno o dos, o tres, o los que sean. Luego resulta que el tiempo y las costumbres vuelan y cambian. Puedes subirte a ese tren que no se detiene, debes hacerlo en marcha y, claro, resulta que eso de fornicar no es un plato de buen gusto si confundes muslos y brazos que no son los que esperabas. La gente se aburre de todo, especialmente de lo suyo. Por eso, lo de tener la puerta abierta a un nuevo escenario, en este caso sexual, tiene últimamente a los gatos entre confundidos y enfrentados, un poco escandalizados e incluso algunos, simplemente, alborotados. En Malasaña, barrio de sensaciones encontradas, funcionan varios lugares que son aquella casa de Eyes Wide Shut versión castiza. Escucha la historia que te cuenta Alfonso Javier Ussía en "De Contrabando".