Los cambios bruscos de temperatura que se producen entre el día y la noche, o el exceso de polen, son situaciones propicias para que las personas mayores cojan gripes o catarros comunes.
La llegada del buen tiempo provocará este fin de semana temperaturas máximas de entre 25º y 32º que, incluso, podrán incrementarse en los próximos días. Por eso, es prioritario tomar una serie de precauciones para protegernos y evitar golpes de calor.
El tiempo tormentoso cesó el jueves para dar paso a temperaturas más elevadas y un ambiente más soleado e incluso cálido que se mantendrá durante los próximos días.
La incertidumbre del pasado mes de febrero llevó al ayuntamiento de la localidad a posponer la fiesta, que se extenderá durante toda la jornada de mañana sábado. Un flashmob, chocolatada en vez de torrijas y verbena serán los platos fuertes de esta celebración que, si sale bien, podría quedarse en el calendario festivo.
La astenia primaveral es una sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada, tanto física como mental, que reduce la capacidad para trabajar y para realizar las tareas más sencillas.
Como puede pensarse, no aparece después de realizar un gran esfuerzo, como sería lo normal, sino que se manifiesta cuando desarrollamos las actividades cotidianas que marcan nuestro día a día, incluso las más sencillas. Es más, la astenia puede manifestarse de forma constante, sin que se haya realizado ningún tipo de esfuerzo y suele ser más frecuente en las mujeres que en los hombres.
En cuanto a las causas que la provocan, son muy diversas. Puede originarla una situación de estrés, la ansiedad provocada por las dificultades de la vida o una situación de depresión, aunque también puede tener su origen en una enfermedad orgánica (alteraciones cardíacas, pulmonares, infecciones de todo tipo etc).
En 'Más de Uno Marbella' hemos abordado este tema en nuestra sección 'El Consultorio', con nuestro psicólogo de cabecera Buenaventura del Charco. Puedes escuchar la entrevista aquí, en el audio adjunto.
Tal y como recoge Sanitas, “el envejecimiento altera el sistema de termorregulación corporal, lo que afecta a cómo se percibe la temperatura ambiente y hace más difícil la adaptación al frío”, afirma David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores. “Esto hace que los mayores sean un colectivo especialmente vulnerable a los cambios térmicos algo que, junto a su mayor sensibilidad dérmica y un sistema inmunológico más debilitado, puede generar empeoramientos en la salud”, añade.