EN BUENAS MANOS
24/04/2019 13:17
Los niños son más susceptibles de sufrir las consecuencias de la contaminación acústica, puesto que tienen un oído muy sensible. Además, están sometidos a ruido en las ciudades, en sus casas e, incluso, en la escuela, más aún cuando algunos colegios se ubican en un entorno ruidoso. De hecho, un 40% de los centros educativos de Madrid están expuestos a un ruido excesivo, lo que puede interferir en el proceso enseñanza – aprendizaje y en el desarrollo cognitivo de los escolares, así como en la disminución de su rendimiento académico por falta de concentración, dificultad de la atención y fatiga.