Opinión en Julia en la onda
08/10/2019 19:18
Después del catálogo de insultos vía Twitter del diputado de Ciudadanos, Girauta, hacia el PSC, el partido al que unas horas antes Ciudadanos pedía el apoyo a su moción de censura contra Torra, hablamos del insulto como herramienta electoral. No es la primera vez que vemos a nuestros políticos insultarse personalmente, pero no deja de sorprender que sigan usando la descalificación y el lenguaje grosero cuando lo más probable es que necesiten sentarse a pactar tras la repetición electoral. No solo eso, ensucian la vida pública y envalentonan a otros a perder el respeto hacia el prójimo. No hay más que pasearse por twitter, por algunas tertulias o por el paisaje escrito de ciertos articulistas, para darse cuenta de que la bajeza moral se contagia como un virus. ¿Realmente reporta algún beneficio a alguien, o como, ha dicho Manuel Valls este mediodía, es una vergüenza para la democracia? ¿Nos molestan los insultos si son al partido que votamos, pero los jaleamos y celebramos cuando se dirigen hacia los otros? Nos lo preguntamos en el Gabinete con Noelia Adánez, Julio Lleonart y Xavier Sardà.