El Atlético de Madrid aseguró su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones como primero de grupo con una victoria incontestable frente al Austria Viena, al que sentenció antes del descanso, en un partido plácido, en el que impuso su superioridad y agrandó su pleno de triunfos.
Nadie le ha arrebatado ningún punto hasta ahora en su vuelta a la máxima competición europea, un regreso imponente, con cuatro victorias y el pase anticipado para la siguiente ronda, completado hoy con la autoridad con la que doblega adversarios este curso en su estadio y con goles de Joao Miranda, Raúl García, Filipe Luis y Diego Costa, los tres primeros antes del intermedio (4-0).
Ya es inalcanzable para sus tres oponentes en el grupo G. Ni Zenit ni Oporto ni Austria Viena pueden ya inquietar el liderato del conjunto rojiblanco, después del empate horas antes entre el equipo ruso y el portugués en San Petersburgo, la vía que aceleró, con la victoria posterior del Atlético, el pase al frente de su cuarteto.
Hay muchísima diferencia entre el Atlético y el Austria Viena, por mucho empeño que le pusiera el equipo visitante, por más que el conjunto austríaco tuviera la primera oportunidad del encuentro, un lanzamiento raso y potente de falta de Mader, por más que saltara al campo con alta intensidad para exigir al conjunto rojiblanco de inicio o que Diego Simeone diera descanso en el once a David Villa.
Mucha más distancia futbolística que los once puntos que le separan ahora en el grupo G, un cuarteto dominado por un equipo rojiblanco al que, incluso, le sobran dos jornadas, ya intranscendentes salvo en lo económico, antes de presentarse en los octavos de final como una de las sensaciones de la primera ronda.
El partido fue sencillo para el Atlético, que necesitó poco y apenas una decena de minutos para mandar en el marcador, con un gol del brasileño Joao Miranda tras un saque de esquina y una serie de rechaces en el área (m. 11), y que sólo sufrió un sobresalto, resuelto por Courtois tras un formidable control y disparo de Murg.
Nada más inquietó el Austria Viena, que recibió el 2-0 con un cabezazo de Raúl García. Elevó más su salto el centrocampista local que su marcador y colocó su testarazo con sutileza fuera del alcance del portero Lindner. Todo estaba resuelto en media hora. No hubo respuesta de su oponente, sobrepasado por momentos en su defensa.
Nunca fue capaz de frenar al hispano-brasileño Diego Costa, que sigue en un momento extraordinario. Suya fue la asistencia del 2-0 a Raúl García y suyas fueron muchas acciones ofensivas. Apareció por todo los lados, desmontó en carrera la retaguardia rival, regateó cuando y como quiso y fue siempre ingobernable para sus defensores.
Sólo un par de paradas fenomenales de Lindner apartaron a Diego Costa del gol en el primer tiempo: una cuando sorteó dos rivales en un palmo del área y otra cuando enganchó, de primeras, un fuerte derechazo al que voló el portero. Dos fantásticas jugadas a las puertas de estrenarse en una convocatoria de la selección española.
La goleada fue sólo cuestión de tiempo, como demostró Filipe Luis con el 3-0 al borde del descanso, al aprovechar un despeje del portero a un intento raso de Adrián, que fue sustituido en el intermedio por Óliver Torres, y como confirmó Diego Costa (4-0, m. 82), aunque el resultado transmitió la sensación de corto, porque el Atlético acumuló opciones suficientes para sumar más tantos.
Incluso un penalti cometido sobre el uruguayo Cristian 'Cebolla' Rodríguez. Lo lanzó Diego Costa, lo paró Lindner, que multiplicó su protagonismo con nuevas intervenciones y que evitó una goleada sonada del Atlético, que ya está en octavos como primero de grupo, con un brillante pleno de victorias y dos jornadas de antelación.