El mantra del 'partido a partido', fervorosamente predicado por Diego Pablo Simeone, se vuelve más necesario que nunca en esta jornada 33 de la Liga BBVA, ya que el Atlético necesita abstraerse de todas las ganas de revancha que acumuló en el polémico partido del Camp Nou y que no podrá volcar hasta la vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones.
"Está claro que la prioridad es el partido de mañana sin ninguna duda", ha remarcado el técnico argentino, que sigue sin renunciar a nada, tampoco a conquistar una Liga BBVA en la que han recortado a seis puntos su desventaja sobre Barça, después del tropiezo azulgrana en el Clásico.
Simeone espera que toda esa rabia que mostraron sus jugadores tras el polémico arbitraje en Barcelona salga a relucir en el estadio 'perico', donde solo han ganado en una de sus seis últimas visitas y las dos últimas temporadas ni siquiera lograron marcar un gol.
Para quebrar esa mala racha volverá a alinear en defensa al joven Lucas Hernández, que dio la talla en la Champions e hizo olvidar a los lesionados José María Giménez y Stefan Savic. Las otras dos bajas pasan por el centro del campo, con la ya conocida de Tiago Mendes y también de Oliver Torres, que sigue sin recibir el alta médica.
Quien sí jugara seguro es Fernando Torres, tal y como confirmó Simeone antes de viajar a Barcelona. El madrileño fue el gran protagonista en el Camp Nou, al marcar el gol que da esperanza a su equipo, antes de ver dos tarjetas amarillas que luego criticó con amargura. Su mejoría en las últimas semanas puede encontrar el premio de la renovación y el 'Cholo' ha avanzado que pronto habrá noticias al respecto.
No se esperan muchos cambios en la alineación rojiblanca, ya que Simeone no quiere guardar nada en este momento crítico de la temporada. En mente tiene una victoria que les sitúe provisionalmente a tres puntos del liderato justo antes de que el Barcelona juegue en Anoeta, un estadio 'maldito' en los últimos tiempos para el líder.